4 lecciones que aplican a tu vida profesional
Este miércoles 26 de julio fue un día especial. Celebré el primer año de haber iniciado oficialmente mis servicios de coaching y mentoring en comunicación.
Ayer, comentaba en las redes sociales que ha sido un año en el que he cambiado, sería mentira decir que soy la misma. Pero, ¿quién lo es tras 365 días después?
Hace un año simplemente me lancé “al agua” con el solo objetivo de ayudar y conectar de una forma más profunda con los profesionales.
Venía de ambientes laborales donde notaba que “debíamos” separar nuestra esencia, emociones una vez que entrábamos en “modo trabajo”.
Y, cada año que pasaba, me chocaba más. Difería de que teníamos que separar nuestro lado más humano de nuestro trabajo, hasta tuve diferencias con jefes pasados.
Desde la sala de redacción donde te dicen: “vaya a hacer la entrevista y procure sacarle el violín” (es decir, hacer llorar a la persona) y que detestaba que me dijeran eso. Evidentemente, no seguía esa instrucción.
Hasta estar en la parte corporativa y que me dijeran: “su comentario es muy humano, aporte algo más estratégico”.
Este primer año ha sido un antes y un después, ha sido reconectar con mis emociones y lograr que mis clientes se permitan hacerlo también.
Quienes han pasado por un proceso conmigo, saben que se sorprenden de que primero abordamos esa parte emocional, de mentalidad, y después pasamos a la estrategia, a la teoría y práctica de cómo transformar esos puntos de dolor de su comunicación e inseguridades.
Y eso me lleva a la primera lección todos nos guardamos un secreto que no queremos que los demás sepan, nuestra inseguridad.
Al trabajar las emociones, creencias, bloqueos, nos permitimos descubrir otra perspectiva de nuestra realidad. Y ese es mi objetivo. Por ello me certifiqué como life coach para tener las herramientas con qué trabajar eso.
Así que te pregunto: ¿Qué dispara tu inseguridad en el trabajo? ¿Qué podría mermarla para sacar más tu autenticidad?
Una segunda lección ha sido celebrar la magia que tenemos los seres vivos: ¡la transformación!
Hay algo en común que tienen tu planta, mascota y vos: nos podemos transformar si le prestamos atención a lo que nos aqueja.
Para mí ha sido gratificante ver la evolución de profesionales que pasaron de “me muero si me equivoco al presentar” a “no pasa nada, está fuera de mi control”.
Por eso, hoy te pregunto:
¿Qué área de tu vida profesional anhelás transformar? ¿Qué te detiene?
Una tercera lección ha sido: No hay que tener todo definido ni resuelto.
Si fuese por mi lado perfeccionista, todo seguiría en la cabeza. Muchas aún lo están, pero ha sido un año para soltar eso y permitirme errar, corregir sobre la marcha y descubrir lo que funciona y lo que no.
Lo mismo pasa en tu trabajo.
Muchas veces no avanzamos con proyectos porque no está “perfecto” o porque el micromanagement de un gerente impide avanzar a la siguiente tarea.
¡Soltá eso! Definí unos indicadores y si los lograste, adelante con lo que sigue.
Y finalmente, la cuarta lección ha sido confirmar que estamos más automatizados de lo que realmente queremos y podemos estar. Eso repercute en la comunicación de los equipos de trabajo.
¿A qué podés bajarle el acelerador para comunicarte más con tu equipo? Incluso, para escuchar lo que tu propia intuición dice.
Este primer año ha sido un viaje por sesiones 1:1, talleres para empresas, mentorías, consultorías, talleres que combinan coaching y yoga, mentoría para un program de TV, y la ejecución de mi programa de coaching grupal para mujeres profesionales: The Growoman Sessions.
En este primer año, he tenido el voto de confianza de personas a las cuales he podido transmitir y aportar lo que sé tanto dentro de Costa Rica como fuera en países como Canadá, Estados Unidos, Polonia, y Austria.
FD Coaching & Mentoring viene por más para ayudar en los tres ejes que me apasionan: autoconocimiento, comunicación y liderazgo.
Por eso, este blog me llena, pero me encantaría saber si es de valor para vos.
Comentame: ¿cuál lección resuena más con vos?
Que tu talento trascienda,
Fabiola.