6 errores que apagan a tu audiencia en presentaciones

Esta es una historia real.

Una vez estaba en mi época de reporteo y había una persona que dijo que compraría almuerzo para todos los periodistas que estábamos a la espera de que se revelara el desenlace de una reunión política que llevaba horas.

Teníamos mucha hambre y su ofrecimiento era una salvación.

Pero, adiviná ¿qué pasó?

Yo no tuve almuerzo.

Al regresar y repartir los alimentos, ella dijo que se le había olvidado el mío.

No te miento: me enojé. ¡Tenía demasiada hambre!

Me sentí invisibilizada.

Te cuento que algo así puede pasar en las presentaciones cuando descuidamos ciertos detalles en el trabajo.

Porque, al dar una presentación, no solo importa el contenido. ¡La interacción es fundamental con tu audiencia!

No queremos invisibilizarlas.

Si sentís que las personas pierden interés, dejan de participar o miran el reloj en vez de prestarte atención, es posible que estés cometiendo alguno de estos errores.

Veamos cuáles son y cómo evitarlos.

1. No hacer preguntas

Si tu presentación es un monólogo, la audiencia se desconecta rápidamente al no sentirse involucrada.

Hacer preguntas es una manera poderosa de integrarlas, despertar su curiosidad, activar su aprendizaje, conocerles mejor y generar participación.

Activá las preguntas a lo largo de la presentación para mantener el interés y reforzar la comprensión.

2. No formular bien las preguntas

Quizás dirás: “Pero, yo sí hago preguntas y no me responden”.

Sucede algo: no todas las preguntas generan interacción. Si son demasiado generales o confusas pueden provocar que tu audiencia se quede callada.

Se vale medir si te están siguiendo la idea, especialmente, cuando se trata de algún tema abstracto y probablemente recibirás un "sí" o "no", pero eso te permite guiar y llevar a tu audiencia de la mano.

Preguntas abiertas, cerradas y específicas te darán mejores respuestas y dinamizarán tu presentación.

3. No permitir preguntas

Impedir el espacio a las preguntas es como decirle a tu audiencia que su opinión no importa.

Si prometiste al inicio un espacio de preguntas al final de la presentación, ¡mantené tu promesa!

Para esto es clave cuidar el tiempo y no extenderte demás. (Este artículo y video te pueden interesar)

4. No leer a tu audiencia

Si hablás sin prestar atención a las reacciones de tus jefes, clientes, colaboradores o colegas, podrías estar perdiendo su interés sin darte cuenta.

Es fundamental revisar sus expresiones, lenguaje corporal y nivel de energía; es información valiosa para ir adatando tu mensaje y la atención.

Si notás rostros de confusión, bostezos o distracciones, hacé ajustes: explicá de otra manera, hacé una pausa, da otros ejemplos o integrá una actividad.

5. No usar herramientas de interacción

Las presentaciones estáticas y unidireccionales se vuelven aburridas. ¡Ni qué decir cuando en el trabajo estás en una seguidilla de reuniones “back to back”!

Usá encuestas en vivo, pizarras digitales, respuestas en el chat o pedir que levanten la mano virtual o presencia. Esto ayuda a mantener la conexión.

Cuanto más interactiva sea tu presentación, más comprometidos estarán con vos y el mensaje que les das.

6. Evitar el contacto visual

El contacto visual es importante para generar conexión y transmitir confianza. No obstante, sé que puede ser un reto si sos una persona introvertida, tímida o neurodiversa.

Pero, ¡no queremos tener la mirada solo en las diapositivas o en un punto fijo! Tu audiencia se desconectará.

Alterná la mirada entre diferentes personas para que todos se sientan incluidos, podés verles a la frente para así no mirarles a los ojos directamente.

Si estás en la presencialidad, jugá con verles haciendo 180 grados. Si se trata de reuniones virtuales, observá al lente de la cámara, es la forma más directa de hacerles sentir que les ves a los ojos.

Recordá:

Una presentación no es solo armar las diapositivas y pensar “¿qué voy a decir?”. Es conectar con quienes te escuchan y no desligarte de tu audiencia. Es como la mamá que lleva de la mano a su hijo, el orador y presentador lleva de la mano a su audiencia.

Evitar estos errores hará que tu mensaje tenga mucho más impacto y tu audiencia se mantenga atenta e interesada.

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