Cómo tener sesiones 1:1 y ganar confianza con tu equipo de trabajo
El otro día tomaba café con una amiga muy querida y me comentó: “con mi jefa nunca hay sesiones 1:1”.
“¡Auch!”-le respondí.
¿Te pasa o te ha sucedido? El caso de mi amiga no es único, de hecho, conozco varias historias similares.
(No sé vos, pero, duele pensar que todavía en siglo XXI esto no sea una práctica común en puestos de liderazgo.)
¿Por qué? Porque las sesiones 1:1 son claves para construir la relación de líder-equipo por diversas razones:
Permiten abordar temas individuales y/o privados.
Facilitan el intercambio de inquietudes o expectativas.
Podés conectar de una forma más humana, no solo para hablar de indicadores y avances.
Te permite dar mentoría o coaching de forma individual y adaptarte a las necesidades de cada integrante de tu equipo.
El colaborador/a puede aportar ideas que tal vez no se anima de forma grupal.
Ambas partes pueden incrementar la confianza y la transparencia, por lo tanto, refuerza el sentido de pertenencia al equipo y al trabajo.
La lista de beneficios es aún mayor, pero, la realidad es que hay gerencias -como la de amiga-, que temen entrar en ese terreno porque nadie les enseñó cómo hacerlo sin que se sienta forzado.
Normalmente, cuando esto pasa es porque no hay una cultura de sesiones 1:1 y entonces ninguna de las partes se siente en la confianza de abrirse y comunicarse de una manera más humana y vulnerable.
También, puede ser porque no le ha visto el valor y cree que con mensajes y correos es más que suficiente, pero, recordá que el trabajo es como una familia-necesita atención, cuidados, y tiempo de calidad, sino se convierte en una familia disfuncional.
Así que, si sos del club que sí efectúa, o desea sumarse a, este tipo de sesiones, pero deseás pulirte más, te dejo aquí 7 pasos para tener éxito e implementarlos de una vez:
Creá el hábito: habilitá en tu agenda un espacio con la frecuencia que te sea pertinente. Por ejemplo, pueden ser 30 minutos o una hora ya sea quincenal o mensual.
Comunicale a tu equipo que existe este espacio y aclará ¿cuál es tu expectativa y cuáles temas pueden abordar? ¿Cuál es el objetivo de cada sesión.
Hablá menos y escuchá más. Si querés dar una idea o interrumpir, anotala, esperá que la persona termine su mensaje. Eso ayuda a que ella se sienta en un espacio de mayor confianza y promueve el respeto mutuo.
Hacé preguntas abiertas y preguntas cerradas. Es decir, hacé preguntas abiertas que permitan generar respuestas de desarrollo y no solo recibir un “sí” o “no”. Te doy un ejemplo para que notés la diferencia:
Pregunta abierta: ¿Qué es lo que más te ha gustado de tu rol hasta el momento?
Pregunta cerrada: ¿Te gusta tu rol hasta el momento?
Conocé qué le apasiona a cada integrante de tu equipo, qué le preocupa, qué anhela, qué ideas tiene que se ha reservado, en qué necesita ayuda y más.
¡Adiós multitasking! Este es un espacio para conectar, no para hacer varias cosas a la vez. (Recordá el ejemplo de la familia: no querés dar tiempo de calidad con el celular, correos y chat a la par).
Hacé un buen cierre recopilando los acuerdos o next steps, así tendrán temas para dar seguimiento en los próximos días o próxima conversación.
El último punto va de la mano de esta reflexión:
Las sesiones 1:1 son como los finales de las películas. Pueden tener un buen cierre y salir a gusto del cine o, todo lo contrario, cerrar con un mal sabor de boca de ¿qué diablos fue eso?
Si caíste en la segunda opción, probablemente no hubo rapport, no hubo conexión, o del todo no se ha creado un hábito para sentirse en confianza para hablar en estos espacios.
La dicha es que la práctica te evidenciará que vale la pena y tendrás a un equipo mucho más conectado y orientado.
Ahora, si me leés y no estás en un puesto de liderazgo, ¡tomá la iniciativa! El peor intento es no hacerlo. Consultale a tu jefatura si es posible crear ese espacio, sondeá con tus compañeros si necesitan esa oportunidad. Muchas veces todos lo piensan, pero pocos se atreven a generar cambio. ¿Por qué no intentarlo?
¡Que tu talento trascienda!
Fabiola