Dar feedback: Parte 4 de serie “Formas de comunicarte con tu equipo”

Recuerdo ese día como ayer.

Había sustituido a un compañero para el noticiero de las 5:30 am en la radio. Es decir, ese día mi jornada comenzó dos horas antes de lo común.

Doce horas después, 5:30 pm, salí de la sala de redacción con mis tareas cumplidas. No tenía carro, mis padres me recogieron. 

En menos de 5 minutos sonó mi teléfono celular. Número: la sala de redacción.

¿Olvidé algo? ¿No quedaron en la carpeta mis notas?-Pensé.

No.

Era mi jefa de ese entonces quien, dejó la ecuanimidad a un lado, y empezó a gritar sin dar mucho espacio de conversación. 

Cuestionaba si yo estaba al tanto de una noticia de última hora que había sucedido con el Ministerio de Cultura (esa era una de mis fuentes de información). 

No, no estaba al tanto. Mi mente ya estaba agotada. Previo a salir, confiaba en que el resto del equipo le daría seguimiento a cualquier novedad, tal como solíamos hacerlo cuando alguien ya concluía su jornada.

Para mi jefa no, yo había dejado mal parado al noticiero. Al menos eso entendí en medio de su exaltación.

No está demás admitir que me pegué la llorada en aquel asiento trasero mientras mi padre manejaba. 

No es lindo recordar ese momento. Pero, ¿por qué lo traigo a la mesa? Porque en la cuarta entrega de la serie “Formas de comunicarte con tu equipo”, hoy hablaremos sobre el feedback o retroalimentación.

¿Cuántas veces le has temido a esa conversación? Quizás porque la experiencia pasada te ha hecho ver que no han sido conversaciones, si no, monólogos de quien ejerce la autoridad y solo dispara sus criterios sin validar otras perspectivas. O porque, sí tratás explicarte, pero solo se convierte en un enredo. 

Así que, no quiero que pasés por los gritos ni seás quien se descontrole gritando. No es necesario.

En mi caso, bastaba con una pregunta: “¿A qué se debe que no tuvimos esta información de última hora?” El desenlace hubiese sido distinto, no una metralladora disparando sus criterios sin validar qué había pasado antes. 

Así que, veamos estos 4 escenarios y qué podrías decir al respecto:

  1. Para señalar un error

Percibo un error en este punto del proyecto ya que…(explicación). ¿Qué proponés para corregirlo?


Lección: Señalar el error desde tu óptica sin usar calificativos que juzguen la integridad de la otra persona. Invitar a que propongan soluciones para fomentar el pensamiento crítico. 

2. Para señalar un proyecto atrasado

Habíamos acordado que esto se entregaría al cierre de este martes. ¿A qué se debe el atraso?

Lección: Mostrar la evidencia de los acuerdos y pedir la rendición de cuentas para fomentar la responsabilidad.

3. Para externar una expectativa

Mi expectativa de nuestro trabajo como equipo es que ustedes pregunten cuando no saben cómo hacer algo, porque es más peligrosa una suposición que la humildad de decir “no sé”. 

Lección: Externar tu sentir y lo que esperás en vez de que te lean la mente. 

4. Para celebrar un logro

Te felicito por tu desempeño en estos meses. Tu generación de ideas y soluciones ha aportado a la empresa a quitar cuellos de botella innecesarios. 

Lección: Precisar por qué la felicitación para que la otra persona identifique sus fortalezas y aportes. 

El feedback es toooodo un arte. Requiere evidencia, observación, claridad del mensaje, objetividad, transparencia, calibrar con la contraparte, asertividad, y más. 

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Fabiola Domínguez

Soy una humanista, entusiasta, empática y eterna amante del aprendizaje continuo para fomentar la autorrealización personal y profesional.

Por ello, como life coach con énfasis en autoconocimiento y mentora en comunicación, te ayudo a elevar tu desarrollo personal y profesional.

Estoy certificada internacionalmente en Life Coaching y Manager Coaching. Durante 15 años me dediqué como periodista y comunicadora corporativa.

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