Las etiquetas: liberarlas para conectar con tus talentos

Hoy me siento como cuando Daddy Yankee anunció su retiro para dedicarse a su fe cristiana.

O como Cristian Castro y la historia que te conté el año pasado sobre su incursión en el Heavy Metal.

Es decir, este primer artículo del año empieza con una epifanía. 

A lo largo del año pasado, varias cosas pasaron haciéndome ruido, tal como parlante que retumba en discoteca. 

Pero, hoy me concentraré en una de ellas: el mayor ruido que activó mi vocecita interna. 

Aquella que mi alma repetía cuando trabajaba como comunicadora corporativa y periodista. Esta vez no dijo “aquí no es” sino: “te estás limitando, estás con freno de mano”.

No obstante, la había callado al ver que le ayudaba a personas y equipos de trabajo a comunicarse mejor. 

Pero, el 2023 siguió avanzando y, con el receso de diciembre y días profundos de introspección algo cambió: Ya no sentía ese temor paralizante que me tenía con el freno de mano activado.

Surgió en mí el deseo de ser más vocal con mi otra parte, la más reservada, la que quizás no muchos conocen.

Sí, ya me había certificado en 2021 como life coach y manager coach (para trabajar las emociones, metas, liderazgo y talento humano), pero descubrí que no estaba siendo consecuente con mi propia misión: “Que tu talento trascienda”.

No me estaba permitiendo que mis talentos trascendieran con mayor visibilidad.  Los minimicé de alguna forma para elevar el branding a la comunicación. 

(De hecho, los clientes que han tenido procesos conmigo se han llevado la sorpresa de que no solo abordábamos la comunicación). 

Y ese era el ruido, porque sé cuánto más puedo aportarte desde lo que me apasiona: entender la mente humana, nuestro autoconocimiento y propósito de vida.

Así que, no quiere decir que una mata a la otra.

Todo lo contrario.

Este 2024 me permitiré mostrarte más esas facetas que van de la mano de mi vocación: empoderar a otras personas para su desarrollo personal porque eso catapulta su parte profesional.

Es decir, notarás un ajuste en los contenidos y servicios a partir de ahora con una mayor dosis de desarrollo personal para que te conozcás y aceptés más. 

La vida me ha comprobado que esa es la principal forma cómo podés sentirte mejor en tu propia piel. 

Eso trae consigo:

• más seguridad

• más empatía para entender a tu entorno

• mejores relaciones humanas

• te desenvolvés con más calma y menos ego

• rompés patrones que te frenan

• finalmente, alcanzás tus metas

Mi alma me dice que todo lo que viene te aportará. Pero, si por algún motivo no te ves aquí con esta nueva energía, no pasa nada. 

Let it go! A lo Frozen.

El mundo y el tiempo son muy hermosos como para quedarnos donde no nos vemos.

Si seguís aquí, gracias. 

Soy un ser humano más, que se transforma y se autodescubre conforme pasa el tiempo.

Solo tengo el deseo genuino de aportar para que haya personas más felices consigo mismas, que no detesten ir al trabajo cada lunes, que no sientan que la vida se les va o que no saben enfrentar situaciones complejas y no toman acción por el dinero, por el qué dirán, o por cuánta creencia que cargamos.

Y ¿sabés? Eso va de la mano de cargar etiquetas.

Si te preguntan: “¿Quién sos?”

Seguramente respondés: “Soy ejecutivo/a”. “Soy gerente”. “Soy director/a de X empresa”.

Eso no nos define. 

Esas son habilidades y capacidades que tenemos, pero si nos quedamos creyendo que eso somos, después puede ser un gran freno de mano para cuando tu alma te pide reinventarte.

Aquí te explico este tema de las etiquetas y cómo impacta en tu desarrollo personal y profesional ante los deseos de 2024.

Mi deseo para este 2024 es que nos permitamos conectar más con quien somos, desechar capas innecesarias y sacar esa luz interior para que nos ayudemos entre todos.

PD. Las sesiones 1:1 siguen y vienen con toda esta nueva energía, así como las grupales, talleres, la tienda virtual y todo lo que venga para este año con el deseo de ¡que tu talento trascienda! 

Si has pensado tener tu propio proceso y querés explorar más, enviame un WhatsApp y conversemos. Me honrará ser tu coach.

¡Un abrazo y que el año nos dé “más gasolina" o más libertad para “let it go”!

Fabiola.