¿Es posible convivir en un mundo extrovertido cuando sos una persona introvertida?
Si te preguntás: ¿debo cambiar mi forma de ser para calzar en ambientes de trabajos extrovertidos? Te digo no. Aquí te muestro un ejemplo y qué podés hacer.
La papaya: respetar el proceso ajeno y propio
Ayer se me cayó la mitad de la papaya picada del topper. Y lo que menos pensé es que el incidente traería una lección.
Pero, no de la papaya o del chasco. Sino, de respetar el proceso propio y ajeno.
La pausa: el comodín infaltable para ganar niveles al “videojuego” de la vida
El mundo acelerado juega la trampa de que nos perdemos de ver más allá de lo que creemos. Creemos no ser creativos, que no tenemos historias tan buenas como otros, pero, la verdad es que nuestra vida puede ser mucho más clara y satisfactoria si tan solo nos permitimos: PAUSAR. Te lo explico.
Las tijeras: cortar patrones no deseados
Para tener nuevos resultados hacia donde te visualizás, hay que cortar el patrón que ha generado la insatisfacción actual.
El perdón y cuando no decirlo
La vida me ha enseñado dos formas de expresar el perdón: el sincero porque sabés que hiciste algo mal y el forzado porque no llenó las expectativas y parámetros de perfección de alguien más.
El maestro: Identificar lecciones donde no las vemos
¿Ese compañero de trabajo, cliente o jefe difícil de congeniar? Un maestro. ¿Esa situación financiera que hace temblar tu confianza y tu certidumbre? Un maestro. Te explico por qué aquí.
Las etiquetas: liberarlas para conectar con tus talentos
¿A dónde depositás tu valía? ¿En etiquetas que pueden caerse o ser incómodas como las de la ropa? Cuando llega el momento de reinventarte personal o profesionalmente pueden ser un freno de mano y sabotear tus sueños. Te explico más aquí.
¿Te cuesta opinar en reuniones?
¿Creés que no sabés suficiente o no tenés la experiencia y por eso te cuesta opinar en reuniones? Aquí van 6 tips de cómo atreverte a hablar en tu próxima reunión (si realmente vale la pena y no solo es hablar por hablar).
¿Te comparás con frecuencia en el trabajo?
La comparación es un trabajo diario porque, en un mundo como este, nos sobran razones y estímulos informativos para morder el anzuelo y repetirnos una vez más “no sos suficiente”. ¡Ni qué decir a nivel profesional!